martes, 1 de septiembre de 2009

ESPIRITU NIETZSCHEANO: (La Estetica del Nuevo Discurso Apurimeño)


LO QUE SOMOS EN LA ACTUALIDAD:

Apurimac en el territorio de quiebre, el punto de inflexión, entre lo autóctono y lo occidental. Es una región joven, cuya distintiva cualidad se encuentra en su potencial humano, profundamente estructurada en su estética mestiza y reflejada en la pluralidad de sus manifestaciones culturales. El valor humano se sustenta en la potencialidad y vehemencia de sus hombres, una respuesta consecuente que nutre la integración de su sociedad.

La Gran Nación de Apurimac posee una riqueza sociocultural dinámica y persuasiva respaldada de fuentes equivalentes que a lo largo de los años se mantuvo enraizado. Es una región eminentemente emergente, con altos índices de desarrollo.

Si bien “conserva” una fricción interna, estas apenas son operantes en las acciones políticas. La introspección sociocultural y la autonomía psíquica de los jóvenes, vienen quebrando los resquicios de la regulada percepción política (tradicional). En ese sentido la nueva generación apurimeña se impone en el escenario social, para dar fin a los chascos experimentados a lo largo de la historia republicana de nuestra región, error que debe pronto ser eliminado completamente. La integración nacional, a sido una lucha constante que a lo largo del siglo XX se tomo en practica no con el propósito de una verdadera integración social sino de domesticación de serviles.

Los errores políticos de los últimos veinte años, han llegado a mancillar la dignidad y la integridad de los ciudadanos apurimeños, luego del ridículo intento de “regionalización” que ha generado un resentimiento interno; error del primer gobierno aprista que estamos pagando con creces y desentendimientos.

Diferenciada de regiones históricamente muertas o con altos signos de inoperancia, Apurimac cuenta con una sociedad juvenil emergente, que va en ese sentido de superación, imaginando una superioridad digna; un luchador constante, un héroe social, la misma que le da sentido de integridad y potencia identitaria. Atiende los desafíos sin miramientos y conquista lo imposible exhaustivamente, atinando a la sociedad peruana imposible de encontrarse a su altura moral.


EL NUEVO LENGUAJE APURIMEÑO:
La vulgar y presuntuosa intromisión de la prensa y la intelectualidad tradicional, casi siempre tergiverso el sentido de nuestras demandas sociales, más aun cuando las peticiones se mostraron extremas, afectando la estabilidad del gobierno. No hay que olvidar que casi siempre los gobiernos de turno, nos tuvieron entre las cejas, porque jamás soportaron la frontal demanda de los ciudadanos apurimeños. No es casual la persistente intervención de las fuerzas de seguridad, para arremeter contra nuestra sociedad civil, que aprovechando la declaración del Estado de Emergencia emprendieron con violencia cada vez que solicitamos por nuestras demandas.

Existe artículos periodísticos que ostentan ridiculizarnos, fijan su critica resaltando absurdas complejidades, acentuando diferencias históricas entre las hermanas provincias de Andahuaylas y Abancay. La maquiavélica prensa capitalina, cree que los apurimeños somos unos incivilizados, expelen sus “criticas” sin reflexionar sobre los efectos negativos que puedan causar sus tanteos en nuestras generaciones nuevas.

Cualquier incidente que suceda en el interior de un sistema democrático, sea cual fuere su dimensión y/o carácter, no son casuales y, la sociedad apurimeña hemos entendido bastante bien esta razón. En un “Estado democrático” es tan fácil provocar sensacionalismos, divisionismos o la propia guerra. La dirección política es un sistema pragmático eminentemente represor, con suficientes recursos como para exagerar y mitificar cualquier tipo de operación y/o choques frontales entre las fuerzas militares y la sociedad civil.

Somos conscientes que la crisis nos embiste desde distintos frentes, el éxodo apurimeño que comenzó hace cincuenta años, hasta la fecha no se ha detenido, un error histórico producto de la despreocupación político social, cuyos culpables somos nosotros mismos. La ofuscada lucha de la clase media apurimeña, en la competencia política, solo puede ser calificada como la más vil operación arribista, por otro lado, la fiesta electoral en los últimos veinte años, represento la humillación más flagrante que afecto la integridad moral y social apurimeña, en fin tenemos un sinfín de errores internos que debemos superar, un desafío impertinente a la que ningún ciudadano de la región debe de renunciar. Hablamos de un plan que nos catapulte entre las regiones más fuertes del país.

Consideramos este anuncio como la primera proclama de reflexión, una respuesta a la inoperancia intelectual interna, que nos ha llevado a la postración, y que ha venido afectando la moral y la sensibilidad de nuestros conciudadanos.

Invocamos a la juventud apurimeña a la acción intelectual, a manejar un discurso operativo en salvaguarda de la dignidad y fraternidad de la región. Hemos avanzado mucho en el sentido de la sensibilidad y no podemos retroceder y repetir la historia. Es hora de construir la verdadera región. Solo nuestro espíritu libertario nos arrancara de la postración. Esta denuncia no es una utopia señores, es una realidad, una causa justa y natural; es la voluntad de poder que comenzamos a sentirla desde las entrañas.

Construyamos ciudadanía desde la acción intelectual, seamos los actores de nuestra propia historia de una vez por todas. No más seudo modernismos, ni pasiones folklóricas, la juventud apurimeña necesita cambiar el sentido del sendero. Solo el ejercicio nos podrá ubicarnos en el lugar que merecemos, creo que es hora de demostrar al mundo la capacidad moral e intelectual de una nueva sociedad.

La interdependencia y la interacción de nuestros jóvenes universitarios en los últimos quince años, amplio el sentido de modernización de nuestra sociedad. Los apurimeños nos estamos convirtiendo en una sociedad académica. Cada vez existen más profesionales apurimeños repartidos por todo el territorio nacional y el extranjero, nuestra sociedad se encamina a un desborde social y las demandas culturales y económicas son cada vez más exigentes. Grandes cantidades de nuestros jóvenes procedentes del interior de la región ejercen carreras profesionales en nuestras dos principales ciudades Abancay y Andahuaylas.

En la actualidad Abancay se ha convertido en una ciudad “modernizadora”, la tasa de la población juvenil se incremento por encima del 65% de la población en total, lo que significa que no podemos retroceder en la historia. Por otro lado existe otra mayoría de jóvenes que vienen formándose en universidades de Lima, Ica, Arequipa, Cusco y el extranjero, jóvenes que retornaran a la región, a ejercer su profesión e incrementar el avance. Ese espíritu intrínseco y la profunda convicción de querer ser el mejor, en el apurimeño casi siempre lo consagro, en un ser competitivo, sin duda el valor humano es nuestro mejor recurso.

Existe en la capital apurimeña un fuerte espíritu confraterno, donde la conducta y el valor humano reduce la banalidad convencional del modus operandi económico. Los apurimeños debemos de compartir las razones empáticas y, abomina las tradicionales barreras o los contrastes socio económicos.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Siguiendo el sueño pos moderno encontré algo que caduca mi inteligencia(…), al no comprender aun la retórica de un discurso que no guarda paralelismo alguno entre el fondo de un argumento y la forma de un pensamiento; como te refieres al grandioso Friedrich Nietzsche, a quien debo mi honesta percepción de oráculo equinoccial...reconozco tu análisis coyuntural desde una posición capitalina (Abancay), pero no participo tu satírica y vaga cercanía conceptual a la “Estética de un nuevo discurso apurimeño”... aprecio tu rubor de luchador pero no la translucida operación literaria.