domingo, 30 de agosto de 2009

EL BAR Y SUS REGLAS

IMPORTANTES CONSIDERACIONES SOBRE BARES

Apasanca Rock:
Una de las principales razones que el consumidor elige un bar, es porque desea pasar un rato agradable con los amigos. La tertulia y la música son parte de la acción que se arma en el interior del establecimiento y la bebida un motivo de apertura. El bar es un lugar para platicar y beber. La música moderada cubre los silencios de dicha conversación.

Existen una serie de reglamentos que permiten la consolidación dinámica y la fluidez empresarial de los bares. Creemos pertinente las consideraciones siguientes:

Cortesía, rapidez y limpieza; son tres cualidades que no debe descuidar el personal. (2)

(2) Es muy importante que el personal de trabajo se identifique con el establecimiento. Una reunión semanal con el personal permite exponer dificultades, corregir errores y fortalece la identidad empresarial.

Si el cliente se ubica en la barra es por que esta solo y quiere platicar con alguien; el atender bien y entablar conversación con el cliente es bueno, solo hay que ser afable con ellos. Algunos autores afirman que esta acción debe ser discreta para evitar la incomodidad del cliente.

En caso que el establecimiento preste también servicios a turistas, es importante que el personal maneje varios idiomas. La formalidad de la atención no siempre es recomendable; evitar el uniforme puede limitar el acercamiento al cliente, sobretodo en establecimientos pequeños.

La carta es otro de los elementos de presentación para el bar, la indicación de los precios, debe ser legible y los servicios distribuido en forma ordenada y por grupos (refrescos y agua, cervezas, cócteles y combinados, y finalmente los cafés e infusiones).

Respetar los gustos y preferencias del consumidor, por mas absurdas que parezcan, evitando siempre hacer cualquier tipo de comentarios sobre ellos. Es recomendable que el cliente vea el preparado del producto solicitado para evitar desconfianza.

Toda preparación de tragos se efectúa bajo una medida proporcional, la improvisación en su elaboración altera la bebida, que podría afectar económicamente al establecimiento y la insatisfacción del cliente. (3)

(3) En la preparación de bebidas siempre se gana el 120%, en situaciones criticas es recomendable vender el producto con un 40% de ganancia; esto cuando el trago se expende para afuera.

“El que bebe un trago generalmente quiere comer, eso es bueno, pero es recomendable no mezclar la comida con las bebidas, por que puede ocurrir que una de ellas se prepare mal y esto podría afectar la salud del cliente. Es recomendable que otra persona se encargue de las comidas, para evitar este tipo de problemas”. Federico Schaerer Aragonés, Cusco (2006).

“Es importante sectorizarse en un público determinado. Se tiene que evaluar el nivel adquisitivo del consumidor, es peligroso que el cliente venga con poca plata. Un bebedor de bar gasta cinco veces más que en un restaurante; por lo tanto se debe de saber que es lo que le agrada a este.

Por otro lado es importante vigilar al cliente desde que ingresa hasta que se le atienda. Cuando en una mesa hay un grupo de personas y ninguna esta actuando como anfitrión, es mejor tomar las ordenes, esta acción facilita el trabajo del personal que atiende”. Ibid.

Hay que entender que el bar es una empresa, no son buenos los sueños frustrados, de manera que habilitar la formalidad absoluta en la infraestructura, los permisos, los recursos materiales, recursos humanos, etc. es muy indispensable.

No cometer fraude jamás, en la bebida u otros artículos, dando menor cantidad de la solicitada, alterar la bebida o cobrar más de lo estipulado. Es recomendable no dar de beber en exceso a un cliente, esto no beneficia en absoluto al establecimiento. No existe mejor propagandista de un producto o servicio que un cliente satisfecho que recomiende su uso.

Existen distintos sistemas de cobro de facturas a clientes que dependen de la gestión interna del establecimiento. La caja debe de estar dentro de la empresa, escondido y lejos de la puerta para evitarse del robo.

Una vez que el cliente abandone el mostrador, se procede al desbarase completo de la mesa, esta acción debe de ser rápido y limpio, de lo contrario perjudica en gran medida la imagen del establecimiento. La limpieza general del bar debe hacerse frecuentemente.

Entre el personal que atiende en un bar debe de existir armonía, contar con un ambiente laboral bueno y evitar las fricciones entre meseros y empleados. Evitar dar ordenes en voz alta, ningún empleado debe de ser regañado en presencia de los clientes, eso es humillante, si el empleado tiene errores debe ser llamado a la oficina y se le podrá hablar en privado, de lo contrario el será el responsable de los errores cometidos por todo el personal a su cargo.

Es recomendable evitarse de la presencia de personas de aspecto desagradables. También de los líos con la policía, rozamientos con los vecinos, las drogas, etc.

Un error principal es dejar el bar en manos de una persona que no tenga la autoridad suficiente para supervisar o brindar un servicio preferente. El dueño de un bar no debe de beber, por que lo que se hace los empleados lo repiten.

Hay que fijar la cantidad de público con que va a contar un bar, determinar a cuantos le interesar el proyecto; si son cien es recomendable armar el bar para cuarenta consumidores, por que no todos irán siempre. Si se cuenta con veinte clientes, el lugar nunca estará vacío; jamás el bar debe de estar como opción, tampoco es recomendable que los clientes estén mal colocados o sin asientos.

En caso de tocadas y recitales de música, es recomendable que se efectúen bajo una contrata, y que la promoción del evento se formalice con quince días de anticipación, El contrato debe considerar la responsabilidad publicitaria, el pegado de afiches y/o la venta de entradas entre las partes. En caso de recitales corresponde a las bandas el 15% de la venta de los tragos.

MANTENIMIENTO GENERAL EN EL BAR:
El mantenimiento del establecimiento de la empresa debe de ser constante, se sabe que la mayoría de los daños se originan por la humedad, el descuido en las reparaciones pueden resultar muy costosas. Los puntos de importancia que cada mes se deben de revisar son: techos, armaduras, puertas, ventanas, barra, cava, ,muebles, estanterías, cuadros, ceniceros, lámparas, base de floreros, cortinas, sillas, vasos y copas, plantas ornamentales, tragos, paredes, ventiladores, etc. A ello se suma el desarrollo de un programa general para cada cinco años; sustituir los cables eléctricos y de tuberías, inspeccionar la estructura del edificio, el tratamiento de las paredes, etc.

DEL BAR TRADICIONAL AL BAR TEMATICO

Abancay 30 de agosto del 2009.
Apasanca Rock:
El planteamiento de este proyecto es muy importante, para que nuestros lectores puedan entender la especificidad empresarial y cultural de los bares. Son dos las razones que nos lleva a diseñar esta presentación:

El primero fue el alarmante sentido de orientación empresarial de los bares en nuestras ciudades, bares enfocado solo al mercado del turismo, bares con excesos de hibrides estilístico, bares con una imperante informalidad espacial, que atentan contra su imagen, la dignidad de los consumidores y el patrimonio social.


La segunda motivación responde, a la diversidad de conceptos equívocos que giran en torno al establecimiento en nuestro medio. Gran parte de los consumidores y empresarios consideran confusamente bares a cantinas, chicherías, picanterías, clubes de compañía, etc. desconociendo su verdadero sentido.

En efecto nosotros entendemos que la idiosincrasia de cada localidad, influye de manera infalible la particularidad del bar, tanto en su infraestructura como en los servicios, pero eso no justifica en absoluto nuestro planteamiento. Montar un bar requiere de profesionales creativos, personas con suficientes recursos morales e intelectuales y no aventureros de competencia.

El equipo APASANCA ROCK, motivado por su abierta convicción, ha sabido realizar esta investigación, con el objetivo de hacer conocer tanto a empresarios, cultores y melómanos interesados en armar un bar temático.


EL BAR TRADICIONAL:
Se considera bar, a un establecimiento comercial que tiene la misión de expender todo tipo de bebidas alcohólicas y otros insumos, con la finalidad de satisfacer a un determinado público. Son sitios de encuentro, que siempre funcionan con música, comida y actividades culturales. Es un lugar vivo, donde se genera movimiento entre gente de afuera y gente de adentro.

En el se vende un servicio y este debe de estar a cargo de una persona con gran percepción psicológica y profesional, más que de ningún otro departamento o empresa. Como toda empresa de servicios, el bar debe de contar con todos los recursos materiales, tecnológicos, financieros y humanos; su posicionamiento dependerá de la calidad de servicio, la política empresarial y los medios publicitarios que giran en torno a dicha empresa.

Su acción requiere de la experiencia y soltura de un profesional, un importante recurso que solo el trabajo constante puede asegurar la delicada exigencia. Significa también que el profesional, debe de tener la suficiente capacidad para responder a la variedad de caracteres y gustos disímiles de los consumidores.

Los bares suelen contar con tiradores de cerveza y bebidas sin alcohol. Además cuentan con una barra que separa al público del personal de trabajo; una zona dotada de maquinaria y materiales necesarios para la preparación de los tragos y las culinarias a vista del cliente. Estos establecimientos se especializan por tener algo importante que lo singularice; puede ser un trago, el servicio, la decoración del espacio o algún otro elemento en juego. La propuesta estética y la energía que se arma en el ambiente son lo primero que atrapa al consumidor y permite su retorno una y otra vez.


A diferencia de la discoteca (espacio ideático y ficticio), el bar es un lugar acogedor y místico que acoge seres con necesidades comunes, personas que buscan y desean ser escuchados. Un bar refleja el estilo de vida, la idiosincrasia, economía y el nivel cultural de un determinado contexto o grupo social. Su tipología dependerá de esa mundi vivencia.

Fueron las tabernas y los posaderos, que desde tiempos inmemorables han existido siempre cumpliendo funciones equivalentes al bar. El código de Hammurabi, en el año 1800 a. C. hace referencia la existencia de estos espacios, que fueron lugares de placer para la comida, la bebida y el descanso. Las tabernas estuvieron vinculado a los comerciantes y viajeros de la Grecia y Roma antigua, durante la edad media y el renacimiento a disposición de peregrinos y las cruzadas; pero, administradas por eclesiásticos, adquiriendo revuelo con las sociedades industriales a partir de la supresión de los monasterios del siglo XVI.

No se sabe con exactitud como, cuando y donde surgen los bares, pero se cree que es el sustituto del antiguo Café, donde el cliente deseaba un servicio mas rápido. No obstante para algunos fue en Inglaterra donde se toma por primera vez la palabra bar, cuyo aforismo deriva de la traducción de “Barra”, sistema que se inicio para diferenciarse de la taberna y/o despacho de vinos y otros establecimientos con mayor surtido de licores, aguardientes y otras bebidas alcohólicas.

De acuerdo a Javier Cerra, existen nueve tipologías de bares: Cafés, Café – Bares, Bares Americanos, Bares Irlandeses, Bares Culturales y que a su vez se clasifican de acuerdo a sus características, mobiliario, superficie, cristalería, servicios, categorizados desde la especial a la cuarta clase.

Es también oportuno seleccionar aquellos que indirectamente guardan relación con el tema; los llamados Cervecerías, Bares Musicales o Pubs, existen también empresas dedicados a ofrecer servicios de bares móviles.


EL BAR TEMATICO:
Consideramos bar temático a aquellos establecimientos, cuya política empresarial es determinante en la segmentación de un determinado público, cuya merchandising esta relacionado con un tema concreto, que puede ser la gastronomía, la literatura, los automóviles, los animales, el futbol, la música, etc.

Son bares muy dinámicos y evolutivos, que estimula la participación, integración y comunicación de sus clientes. Surge ante la falta de un escenario dispuesto a satisfacer a personas de gustos singulares, adquiere valor al asomar nuevas tendencias a las “características personales” de fanáticos, nostálgicos de vinilo, y también “seguidores de vanguardia” estéticas.

Tiene su carta y hasta merchandising, apela gustos, hobbies, modas y pasiones más que a la oferta de los productos. Es un espacio donde el consumidor puede tomar un café, probarse una prenda, elegir juegos de mesa, presenciar la televisión o gozar de buenos libros para matizar la noche. El proyecto se dio inicio en Londres por el año de 1971, con el Hard Rock Café, que a la fecha cuentan con más de 108 franquicias distribuido por 41 países.

Los bares temáticos recurren a una serie de estrategias para atraer clientes a base de juegos interactivos, que permiten al consumidor una mayor confiabilidad, exaltando la diferencia y formando grupos entre los mismos.


Para algunos profesionales el bar temático esta lejos de ser un establecimiento de moda y que mas bien son lugares de referencia, cargado de novedosas propuestas, dispuesto a la innovación, que sobre todo se ajustan a la necesidad del consumidor, sin perder originalidad ni calidad.

Se diferencia de los bares tradicionales por ser interactivos. Nada es casual en un bar temático. Si tomamos el ejemplo de un bar rockero, podemos señalar tres puntos muy importantes que los caracteriza: Comunicación e información constante sobre rock, presentación de eventos y su exclusividad musical.


-La interactividad y la carga de propuestas y novedades, permite que estos bares sean pertinentes en la actualidad informativa, dispuesta a la innovación, y que se ajusten a las necesidades del consumidor sin perder originalidad ni calidad.

-La asistencia de músicos, el desarrollo de ruedas de prensa, las presentaciones de acontecimientos culturales, los recitales, las tocadas, las promociones, etc. forman parte del placer colectivo.

-Un bar temático cuenta con un amplio recurso musical, controlada desde una computadora, que permite seleccionar y programar canciones, economizando el tiempo al máximo y evitando la incomodidad del público.

“El equipo de sonido dependerá de la dimensión del espacio del bar; lo mas recomendable es contar con un sonido de 800 watts, que trabaje con cuatro mezcladoras, un amplificador de 500 watts, compacteras, una consola de doce canales y una computadora que facilite el servicio desde una cabina hermética. Parlantes bien ubicados; los bajos emplazados en la parte de abajo, los altos en la parte superior de la pared y los medios a la altura de los sentidos. Las ondas de la reverberación, circulan armónicamente por todo el espacio tridimensional del establecimiento, sin perjudicar la comodidad del consumidor”.


INFRAESTRUCTURA DE UN BAR (Decoración, ambientación e iluminación):
Desde los temáticos o de estilo, pasando por las alternativas clásicas hasta propuestas más vanguardistas los bares adoptan un diseño y decoración particulares. El diseño de un bar sintetiza un estudio somero y viable; significa que se debe de tener en cuenta la función a la cual se dirige el bar, la situación y el área donde se encuentra, el tipo de cliente preferido y la tipología del servicio que desea ofrecerse. En ese sentido es recomendable que el bar este ubicado en las zonas céntricas de atracción turística y cultural, lugares cercanos a las instalaciones deportivas y de ocio, zonas de gran movimiento empresarial, accesible a los medios de transporte públicos y privados.

En nuestro medio no existe una infraestructura estándar para bares, generalmente estas se acomodan a una construcción ya creada; en ese sentido creemos que la decoración, el diseño de muebles, los utensilios, materiales, etc. deben también de adaptarse a la infraestructura. Es importante que el bar tenga un estilo propio y una imagen corporativa que resguarde su originalidad.

La ambientación en un bar temático tiene un carácter de museo, donde se pueden apreciar piezas más representativas relacionadas con la particularidad del establecimiento; una pieza de guitarra o la estatua de un consagrado músico, puede ser la parte más atractiva del lugar.

La decoración y la ambientación juegan con la memoria. Objetos mitificados y la memorabilia son una constante y constituyen una magnifica exposición de piezas referentes de gran valor. Vitrinas que atesoran camisetas firmadas, artículos que hayan pertenecido a personas de renombre de todos los tiempos y paredes tapizadas de fotos autografiadas, constituyen los ejes que acompañan el juego de los sentidos.

En la actualidad existen propuestas de ilimitada creatividad, cuyos exponentes expresan con mayor libertad el uso de nuevos lenguajes, formas inusuales, de inéditos materiales que responden a una diversidad de técnicas. Bares que comparten la ruptura de frontera entre los espacios tradicionales prolongando las áreas.

“Sin embargo existen bares temáticos donde la tecnología es casi una mala palabra. Allí la música suena distinto…como antes. En el bar “Fin del Mundo” de Palermo (Argentina) por ejemplo, el totem Vinilicus custodia la memoria y convierte a los discos en verdaderos objetos de culto”. Urfeing, Vivian (2003).

Por lo general un bar esta dividido en varios espacios, siendo lo más característico la barra, la sala, el tocador, secciones que pueden aumentarse de acuerdo a la dimensión y los servicios que se tenga. (Piscinas, espacio para recitales, etc.) Además el bar puede contar con un depósito de bebidas, cabina y almacén de música, estantería de libros y la oficina principal. Por lo pronto nos ocuparemos de los ambientes más importantes:


1-La Barra del Bar Temático:
La barra es un espacio muy importante que caracteriza al bar, área que debe de ser respetado por el cliente. No existe bar que no cuente con una barra. El barman compartirá el espacio con su ayudante y el encargado del office (si la dimensión de la empresa la requiere).

La barra debe de ser la parte más atractiva del bar, por lo tanto su diseño e imagen caracterizan la identidad estilística del establecimiento. De la estética de la barra dependerá la decoración y la imagen corporativa del establecimiento.

Generalmente las barras están hechas de madera y pigmentadas por un color monocromo, existen barras de acero, de cristal, etc. delante de estas se pueden colocar altas bancas para clientes solitarios. Las barras deben de tener una encimera lisa y resistente, que facilite su limpieza. Su diseño requiere de un previo estudio físico; puesto que en ella se instalaran maquinarias fijas y movibles.

Detrás de la barra se encuentran la estantería de licores, las cavas, un fregadero para el office, frigoríficos, fabricador de hielo, herramientas de coctelerías, maquinarias para preparar las ofertas gastronómicas, los grifos de cerveza y otros que dependerán de la categoría o dimensión de la empresa. La cristalería, los utensilios, parte de la licorería y los objetos de servicio se encuentran en ella. La barra tiene que ser libre y con una iluminación fija, que permita la facilidad de movimiento del barman y compañeros de trabajo.

Este lugar debe de estar alejado del escenario o estrado de los músicos, para evitar que el barman se distraiga. La barra así como los espacios donde se ubican los muebles deben de mantenerse lejos del baño por cuestión de higiene y evitar el mal olor. (1)

(1) “Todo el mundo asiste al baño, lo que significa que su limpieza se realice en todo momento, ya que forma parte de la imagen del establecimiento; si el cliente se enferma se acuerda del baño y le hecha la culpa al bar que asistió ayer”. (Federico Schaerer Aragonés, Cusco (2006).


2-La Sala del Bar Temático:
“La distribución de los muebles es importante. El cliente debe de ver la barra al momento de ingresar, de manera que su ubicación tiene que ser accesible. Marcar los espacios de circulación es bueno, líneas rectas que ayuden la circulación visual del cliente. El orden y el color de los muebles deben formar parte de ese juego”. LE SOMMET, Cusco (2006). No es necesario que todos los asientos estén dirigidos al escenario; no a todos los clientes les agradan los recitales y/o tocadas.

Para algunos profesionales los cuadros que ambientan la decoración del espacio deben de ser sustituidos cada seis meses o cada año. En caso de adaptar la decoración a una infraestructura de piedra, ladrillo o madera, lo esencial es adecuar el lugar a la idea. Considerar la función y trascendencia histórica de la infraestructura es muy valiosísimo para la imagen del establecimiento.

La iluminación juega un rol importante en la ambientación y la decoración de un bar. Esta suele ser natural la mayoría del tiempo y cuando es artificial suele ser indirecta. Solo en lugares como la barra, donde el trabajo del personal es imprescindible, se requieren una instalación de luz directa desde el techo. Los utensilios destinados a combinaciones y la diversidad de bebidas y botellas, colocadas en las estanterías convenientemente iluminadas, suelen ser uno de los elementos de decoración.

Se tendrá especial cuidado en evitar la mezcla de tonalidades diferentes de luz, que podrían producir contrastes molestos para el consumidor.

La ventilación es muy importante sobre todo cuando el bar confecciona aperitivos, frituras, etc. para evitar vapores y la propagación de malos olores. Si la temperatura ha descendido es posible que se requiera de un calefactor para mantener el confort del bar.


El estudio de las formas y la absorción del sonido tienen aquí el papel principal, sobre todo si se trata de un bar Rockero. La acústica en un bar significa impresión, calidad y claridad precisa que da el sonido en ella, y que al llegar al interlocutor sea de perfecta nitidez. Una mejor distribución de las ondas sonoras, que conserven la más alta fidelidad y evitar en lo posible los ruidos desagradables, así como también con la aislación entre los ambientes.

“El sonido es el resultado de vibraciones producidas por cuerpos elásticos o por choques entre ellos…todo cuerpo en movimiento produce sonido que depende del medio donde se propague. El sonido viaja formando ondulaciones, que al alejarse del centro sus dimensiones se van agrandando y por ende disminuyen su foco sonoro. (…) Cuando el sonido en su viaje choca con otro de elasticidad y densidad diferentes, su propagación original se interrumpe y se descompone la energía sonora en tres partes: una se refleja, otra se absorbe y la tercera es transmitida”. Plazola Cisneros, Alfredo y Alfredo Plazola Anguiano, (1986)

El techo, los muros y las personas provocan también absorción, por ello es necesario conocer todos los coeficientes de absorción de los materiales empleados. En un local cerrado los oyentes recibirán el sonido que llega directamente de la fuente y el sonido indirecto, ósea aquel que se refleja de las paredes del establecimiento.

“Existen materiales de absorción porosos y no porosos de distintas calidades, que puede instalarse para generar una buena acústica y evitar que el sonido se desperdicie fuera del establecimiento…es conveniente hacer las paredes laterales y el techo lo mas reflejante posible, no así con la pared posterior, puesto que la diferencia de las trayectorias del sonido, reflejado por la parte trasera y los trayectos de las otras reflexiones sobrepasan, el nivel de intensidad que podrían ocasionar perturbaciones, debido a lo cual, la pared posterior debe hacerse lo mas absorbente posible”. (Ibid).

El sonido interno en un establecimiento tiene que ser estereofónico, que de la impresión de estar en el centro de una sala de concierto, de tal modo que el receptor pueda diferenciar todas las figuras del sonido en toda su tridimensionalidad.

Contar con una elevación (física) interna de cinco o seis metros, además de facilitar la disposición del sonido, permite que la ventilación sea natural; bastara contar con dos aberturas uniformes cerca al techo y en dirección a los movimientos del viento.

Webbliografía, Bibliografía & Entrevistas:
-Urfeing, Vivian (2003)
Los Bares Temáticos Ganan Lugar en el Gusto de la Gente.
http://www.clarin.com/diario/2003/11/30/h-05615.htm

-Plazola Cisneros, Alfredo y Alfredo Plazola Anguiano (1986)
Arquitectura Habitual, volumen II.
Editorial Limusa, primera edición, México.
-Cerra, Javier, (1993)
Curso de Servicios Hoteleros, Técnicas y organización.
Editorial Paraninfo, Madrid – España.

-Entrevista a la representante de LE SOMMET – Cusco, julio del 2006.
-Entrevista a Federico Schaerer Aragonés, representante de BLUEBERRY Lounge – Cusco, julio del 2006.
-Entrevista a Willy Rojas; cliente del Apasanca Rock, Abancay, 2006.

sábado, 29 de agosto de 2009

EL ROCK Y LOS MEDIOS DE COMUNICACION EN EL PERU


Por Kenny Villar Azurín.
Si bien es cierto que el grueso de las emisoras siente un gran prejuicio por el Rock, siendo una expresión artística valiosísima, esto se debe sencillamente al desconocimiento que tienen sobre este género.

En la actualidad existen distintas emisoras locales, así como páginas webs y blogs provincianos que se han convertido en los únicos medios de difusión y promoción de bandas locales. Proyecto personales o de grupo elaborados por melómanos que pese a sus múltiples carencias vienen realizando el duro trabajo de difusión en casi todo el país.

Sin embargo existen medios que permanentemente vienen sensibilizando a los jóvenes a base de música enlatada a la que consideran equívocamente como Rock. Uno de los escollos que atentan contra el desarrollo del Rock en el Perú son precisamente esos tradicionales medios que transmiten o emiten esta música, debido a que carecen de estilo estética y calidad técnica. Emisoras cuyas formas de emisión hieren la dignidad del oyente y peor aun limitan el interés de neófitos iniciados en este género.

Por otro lado los pocos medios que existen han descuidado la esencia del Rock, ignoran la importancia de la cultura rockera (información) y el nivel cultural de la música, cuando lo mas lógico es que ambas deben su valor. Desde un inicio hubo y aun existen medios y programas locales que han intentado consolidar la práctica del Rock en todo el país, desafortunadamente jamás llenaron las expectativas del público.

Podríamos estar muy de acuerdo al categorizar la información y los comentarios críticos de los blogs de intrascendentes e insustanciales, o que los intentos solo reducen la calidad perceptiva y el valor intrínseco del Rock. Asumir que el Rock responde a un interés de fraternidad, libre de ataduras convencionales, o que es solo para entendidos es completamente vergonzoso. Ser entendido del Rock no significa ser culto sino sencillamente ser normal y tener critica de juicio propio. Esto no nos puede llevar a la grosera elitización de la música.


Invocamos la urgente construcción de una cultura rockera en el país y esto debe de ser planificada, considerando que su manifestación permite reconocer la dimensión humana. Su receptividad es de suma interés en el entendimiento del nivel sensitivo y la afirmación de la autonomía psíquica del hombre, sin importar el contexto y la idiosincrasia a que responde.

Iniciativa que debe de comenzar por los medios de comunicación; conectar la música y educar la cultura del Rock con estilo; tomar como referente las radios rockeras de Lima nos parece muy impertinente que reduciría el sentido crítico del público y de los músicos, creemos que lo saludable es contar con recursos distintos y multiformes, que permitan consolidar un estilo propio y evitar la vulgaridad y los excesos que solo desacreditan los buenos intentos.

DILEMAS SOBRE LA INDUSTRIA ROCKERA EN EL PERU


Por Kenny Villar Azurín.
El reportaje realizado por Juan Carlos Cabrera, para la décima cuarta edición de la revista Phantom, nos permitió conocer la forma como abordan los músicos de la capital, la actual escena del Rock nacional. El análisis es somero y pragmático, que gira en torno a la dinámica de la industria musical, un tema que insita a profundizar la problemática del rock en el resto del país.

No existe mejor prueba de reconocimiento para una banda, que la circulación de un disco entre el publico. La industria musical es un tema bastante rebatido y por demás recurrente, desafío que todo músico aspirante tiene que pasar.

Distintas bandas provincianas se han sacrificado demasiado por muchos años e inclusive décadas, llegando a producir material fidedigna, en grabaciones caseras que solo los difundieron entre amigos y por alguna que otra emisora local, pero todo quedo allí.
Grabar un disco no solamente es un afán “romántico”, sino un símbolo que congratula la identidad profesional de quienes lo producen. Un disco es un objeto pequeño y transportable que puede llegar más fácil a los medios y al público para ser difundido.

Estas bandas han llegado a grabar en pequeños salas de sus respectivas provincias por que no contaban con los suficientes recursos económicos como para grabar sellos originales, aunque algunas han podido lograr sus expectativas, pero se encontraron con otro dilema el no poder contar con medios que los puedan promover con la merecida seriedad.

Resignados ante la incapacidad de los medios y las instituciones culturales la mayoría de las bandas provincianas, han optado por regalar o vender sus discos, a un precio asequible, sobre todo durante sus presentaciones publicas, como una forma de promocionarse; esta practica son muy comunes sobre todo en las bandas de Rock Independiente; consideran que solo a través de los conciertos se puede recuperar la inversión en los discos.

Las bandas del interior se mueven por distintas ciudades del país, a pesar de contar con un público menor y afrontar las deficiencias tégnologicas. Solo el alto grado de pasión y la irrenunciable convicción por la música los vuelca a la práctica. Conforme se desplazan dejan su material en las tiendas de disco a un monto asequible.

Julio Pérez; vocalista de la banda La Sarita; afirma que si bien es cierto que existe talento y potencia musical en el país, el desconocimiento del lado empresarial en los músicos es alarmante, debido a la ignorancia y la incredulidad de los mismos. Hace falta una rotunda educación en el sentido empresarial. Afirma además, que en el campo de los medios de comunicación hay mucho desconocimiento de la oferta y potencial del mercado y de lo que este puede significar, al igual que en el caso de los auspiciadores y empresa.

Lo más irónico es que en las provincias se venden más discos de bandas foráneas que bandas locales o nacionales. Por otra parte no existen tiendas discográficas de nivel profesional. La pervivencia del mercado ambulatorio y la piratería, el desinterés de las instituciones del Estado, la ignorancia de cultura musical y la falta de recursos económicos del consumidor, tienen merecidas justificaciones.

En un articulo sobre industria musical, Laslo Rojas, considera que colgar un disco nuevo en el Internet es (todavía) subversivo para la industria musical, y cita el ejemplo de Radiohead, cuando coloco su ultimo disco en la Web, un mes antes de su lanzamiento, con el proposito que los compradores sean quienes fijaran el monto a pagar. A diez días de su lanzamiento se especifico una descarga de 1.3 millones y los resultados fueron favorables; 8 dólares por descarga. Para muchos especialistas, el modo como se esta invirtiendo el sentido del negocio discográfico, fija la antesala del desplome de la industria musical, que hasta la fecha pretenden ponerse en situación de decidir a quién producen y a quien no.

Mientras la venta de aparatos reproductores sigue en alza, la venta de álbumes, según Brian Hiatt y Evan Serpick de la revista Rolling Stone, cayó de 785.1 millones en 2000 hasta 588.2 millones en 2006. Por otra parte Juan Luis Nugent del semanario peruano Somos, complementa que en menos de dos décadas la industria discográfica ha disminuido sus ventas en mas del 60% y la tendencia es que este se incremente mas con el paso del tiempo. Nugent considera que el negocio de la música es incierto, argumenta que esta a diferencia de los otros bienes de consumo existió mucho antes de que hubiese un soporte de registro.
La Virgin Megastore de Manhattan, emblema de las grandes discotiendas ha cerrado sus puertas debido a la nueva dinámica de consumo/producción, poniendo a prueba las tentativas del público, situando así el primer viraje significativo desde la aparición del negocio de la música. Estamos entrando a una nueva etapa donde el soporte de consumo lo determinan los usuarios quienes están imponiendo sus reglas y no las disqueras tradicionales. El consumo gratuito del material, empezó como un juego en medio de la industria y la piratería, a mitad de la década de los noventa, entre usuarios de intercambio de archivos, que género una escandalosa reacción, a la que se sumaron artistas como Metallica.
No obstante muchos managers y artistas concientes de este fenómeno, ven que el negocio ya no esta en la venta de los discos.


Se retoma de este modo la cultura del single por un lado, y por el otro, se vuelve a los conciertos. Las giras se convierten en el medio principal de subsistencia económica para un artista y las corporaciones han reinventado el politica al considerar la importancia de los eventos publicos.
“ Los llamados contratos de 360 grados se orientan a distribuir una parte de los ingresos del artista por concepto de venta de merchandising, conciertos y similares a la disquera. En retribución, esta dedica mayores esfuerzos a la promoción del artista, así como facilita contratos de auspicio y afines”. (Juan Luis Nugent, 2009).

Otra alternativa de los artistas es la de licenciar a una disquera para que distribuya los discos, pero sin que posea los derechos de la obra original. De esta manera organiza y facilita giras para que el artista venda un disco y este, a su vez, tiene una mayor autonomía y control sobre su obra. (…) El intercambio de la música de manera libre es un fenómeno que es ya ineludible e irreversible, que ha generado que más gente escuche música. Este fenómeno favorece a los jóvenes en su lucha por su derecho gratuito de acceso a la cultura y que a la vez ha generado una abierta relación entre el músico y el público.
Evidentemente las producciones discográficas son la carta de presentación de un artista local, muchos de ellos están de acuerdo, que la tecnología se haya convertido en un aliado que favorece tanto al músico como al consumidor, al replantearse la formula comercial. Si consideramos las descargas un mal necesario no queda otra que adaptarse a la forma. Para el solista Pelo Madueño; este tema, al igual que las piraterías y el boom de los MP3 son circunstanciales, producto de la fiebre virtual, que en algún momento terminara. Madueño tiene la esperanza de que en algún momento el público buscara los discos, por una cuestión de valor objetual.


Respecto a la temática de los espectáculos públicos de Rock en nuestro medio, la entrevista de L. C. Burneo a Coqui Fernández de People & Music, completa nuestra duda sobre el desazón que existe entre músicos y empresarios, disyuntiva que ha generado malestar sobre todo en los músicos, respecto a los conciertos internacionales efectuados durante los dos últimos años.

Si bien es cierto que este tipo de espectáculos contribuye la difusión de los grupos locales, otros consideran que la forma como se están llevando los conciertos internacionales fragmenta la escena en nuestro medio, y que solo beneficia a empresas que los organizan. Las razones son obvias, debido al desinterés técnico hacia las bandas locales, al condicionarles la apertura del show con un sonido inauténtico, que no guardan la altura para sonar bien en el escenario, esta práctica es muy discriminante, en ese sentido Julio Pérez vocalista de la Sarita, considera que entre productores y artistas existe mucho por trabajar. A esto se suma la falta de espacios disponibles para conciertos de gran magnitud.
A pesar de no existir un entendimiento entre músicos y empresarios, estos últimos consideran que el mercado del Rock en el Perú, se esta incrementando poco a poco. Coqui Fernández, organizador de conciertos, afirma que “En Argentina existen más de 300.000 personas que asisten a conciertos una vez al mes. En Brasil en cambio, Río y Sao Paulo duplican esta cifra”. Acota que el Perú va en ese camino, pero depende de muchos factores. Las dos exitosas presentaciones de Soda Stéreo en el 2008, recaudo una asistencia de100 mil asistentes y unos 35 mil las presentaciones de R.E.M. y los Fabulosos Cadillacs respectivamente, esto nos da a entender el reducido tamaño del mercado local.


Fernández, ha tenido la opción de seguir trayendo más bandas, pero considera que el trabajo requiere del serio compromiso de los auspiciadores, no basta la reducción de los impuestos, ya que traer mas bandas importantes significa incrementar más los costos, debido a la exigencia de estos en infraestructura, sonido y seguridad.
Si las cosas van en ascenso el despliegue de la competencia se incrementaría, lo que significa mayor esfuerzo y responsabilidad en la producción, Armar una banda podría llegar a ser un trabajo que puede llegar a ser remunerativo, algo del que se puede vivir. La conciente introspección, el conocimiento sobre la importancia de la industria musical, la forma como deben abordarse los conciertos, así como la práctica de los medios virtuales, son recursos relevantes tanto para músicos y publico en general.
Por otro lado para concluir consideramos la existencia de una entidad cultural privada, que se encargue de buscar, registrar y sacar a la palestra por lo menos las producciones y composiciones, de las bandas “anónimas” de todo el país; material que creemos de suma importancia para poder recuperar aquella dimensión perdida del “rock nacional”. No seria inoportuno pensar en un Museo del Rock que guarde la memoria contemporánea de los grandes músicos.

Bibliografía & Webbliografía:
Revista Somos – numero 1185, suplemento del diario el Comercio, Lima (22 de agosto del 2009).
Ondas Acústicas, Juan Luis Nugent.

In Raibows y la Industria Musical en Decadencia, (15 de diciembre del 2008)
Laslo Rojas.

Revista Phantom, numero 14, Lima (2009).
La Actual Escena del Rock Nacional, Juan Carlos Cabrera.

L. C. Burneo, Entrevista con caqui Fernández de People & Music, Lima (2009).

viernes, 28 de agosto de 2009

LA FRACTURA DE LAS BELLAS ARTES EN EL PERU

Por: Kenny Villar Azurín.

Los juegos lúdicos de los defensores del patrimonio, así como su cortesía moral hacia el arte, han llegado a afectar la dignidad de la sociedad; un golpe inadmisible, producto del ejercicio de un sistema mesurado, que viene encasillando la estructura cultural en nuestro país, desde hace más de dos décadas. La realidad se muestra irremediable, pareciera que el circuito del arte haya perdido su valor intrínseco.

El hábito de la “estabilidad” es una respuesta a la necesidad de dependencia, que alega a la insaciable manutención producto de la miseria cultural de la sociedad. El “patrimonio humano” que el aparato del Estado conserva, los ritos político institucionales y los dubitativos intentos de los medios estabilizados, no han alterado en absoluto los recursos técnicos de la dramaturgia del modus operandi. El temor por abandonar el telón del escenario social, va más allá del cuadro existencial, puesto que desde el palco popular la ingenuidad aun les rinde honores; consideramos a estos hechos como rezago de un mal parto, iniciada en las postrimerías del gobierno de Juan Velasco Alvarado.

La construcción de la historia del arte en el Perú durante los últimos veinte años no solo es falsa, sino lúdica y en el peor de los casos llevada a la extrema vulgaridad. La historia del arte se esta construyendo a base de reciclajes idealizadas, desde la estética chicha, complejidades narcisistas de una individuación extrema y/o la expropiación estética del “otro”. En el peor de los casos mofándose de expresiones populares y vernáculas, sin siquiera medir el grado de afectación de la dignidad y culturas autóctonas, cuando la cultura tradicional de nuestros indígenas merece el mas alto grado de respeto.

La forma como se llega a expropiar sus recursos materiales, estéticos, ideológicos y emotivos es execrable. “El silencio intelectual, la ignorancia voluntaria del Estado y los improperios cotidianos, no son otra cosa que recursos de complicidad de los constantes violaciones de la dignidad. Estas son una de las principales causas para condenar la ridícula historia del arte peruano”.

Entiéndase que esta afirmación no quita merito al esfuerzo humano de artistas y obreros de la técnica y el oficio, eso es otra cosa, nuestra critica esta enfocado a aquellos “profesionales” que determinan la estética de moda y que se atreven a estructurar la historia del arte peruano a partir de criterios subjetivos y dogmáticos.

El arte en la capital así como en el interior del país, es de la más infame simplicidad, la vergonzosa realidad comienza en la formación académica, la fracturada moral que tienen los “profesionales” y académicos, su incapacidad perceptiva de la realidad concreta, complementada de la clara inercia de estudiantes y agentes de “cultura viva”. Todo ello retroalimenta ese germen que condena la plástica peruana en toda su estructura. No obstante, consideramos la propuesta del taller Huayco EPS, liderado por Francisco Mariotti en los inicios de los ochenta, como la más respetable propuesta orientada a la esfera publica; pero que a la fecha se ha convertido en una caricaturizada leyenda del arte contemporáneo.

En efecto seguir creyendo en fronteras psíquicas y geopolíticas es cosa del pasado, insistir en retrotraer las manifestaciones y/o alegorías populares peor aun. Admitámoslo el sentido de la realidad va en sentido adverso, el folklorismo urbano esta ya muerto, no podemos insistir en reciclarla, eso es antidialéctico, antiético y degenerativo, no debe haber espacio para fetichismos; no podemos seguir siendo comediantes del turismo. El arte requiere de otro carácter, por una razón intrínseca; las nuevas demanda psíquicas y la sed de conquista espacial. ¿Que razón tendría la tecnología en el modus operandi, en la razón de ser y de pertenencia? Nada, absolutamente nada. Estamos ingresando al territorio donde no caben los nostálgicos ni mucho menos los espíritus mediocres, cabe la urgente reflexión, el arte es para quien siente la necesidad del cambio.

Para muchos críticos, es a partir de los noventa que los artistas vienen preocupándose de ir más allá de las galerías y museos, con el propósito de reintegrarse a la vida de la gente; pero la gente no los necesita, peor aun, no los entiende; en ese sentido algo anda mal. Cualquier neófito del arte puede entender que la formación académica va en peor en las “escuelas provincianas”.

La falta de una política cultural en el Perú viene generando esa brecha entre el arte y la sociedad. La relación del artista y el Estado es aun peor. Este caos a generado la vulgar intromisión de entidades privadas so pretexto de apoyar a los artistas peruanos; entidades privadas que se jactan de la amplia cobertura de la calidad de sus proyectos expositivos, bajo la silenciosa complicidad de intelectuales y críticos de arte.

Encontramos un modo superfluo de tratar la crítica o los análisis del arte en el Perú contemporáneo; proyectos sustancialmente platonizados de la mas vil idealización. Por otro lado, existen profesionales del arte cuya visión responden a clichés estereotipados, reduciendo el arte a absurdas nomenclaturas; es decir se están cometiendo los mismos errores de hace cincuenta años atrás, cuando José Sabogal y Ricardo Grau se imaginaban los baluartes de la vanguardia plástica o Juan Acha invocaba una de las recurrentes modernidades.

“Antes de los cincuenta la plástica en el Perú se han desarrollado en un escenario cargado de conflictos, entre ingenuas ortodoxias de filo nacionalista y absurdas “innovaciones” técnicas, era una escena dominada por el favoritismo institucional; las llamadas innovaciones modernistas surgieron una y otra vez. Aquel folklórico “modernismo” significaba acercarse a las vanguardias europeas y adoptar su estética. Lo más vil del caso es que se formaban talleres de “vanguardia”, dirigido por intelectuales orientado a las nuevas tendencias. Bastaba que estos contaran con un discurso “modernista” para ser enaltecida por la ingenuidad de los medios; de esa forma grosera se ha construido la historia del arte en el Perú. En el fondo era una lucha ideologías por un sentido de entendimiento y aceptación que escapaba la propia estructura artística”.

Los intelectuales de la plástica peruana siempre estuvieron sometidos al antojadizo humor de la estética “eurocentrista”; sujeta a una dicotomía de conceptos y narrativas (considerados los resistentes y los modernistas) de vanguardia, claro eso no esta mal, finalmente nuestra estética es occidental.

Fue en el contexto de esa dicotomía folklórica; cuando surge el golpe militar de Juan Velasco Alvarado, (1968 – 1975); un gobierno “populista” de tinte reivindicativo. Es oportuno analizar el performance político y cultural, que se genero a partir de esta intervención que dista mucho por entender y creer, puesto que demuestra profundos vacíos racionales; por ejemplo ¿La estética publicitaria de los afiches pop y su legado conceptual a quienes estaba dirigido? No creo que un monolingüe, históricamente oprimido y genéticamente alterado, haya entendido el sentido de la propaganda reivindicativa.

Si bien es cierto que Velasco estrecho la enquistada polarización social y los criterios artísticos, este proyecto no ha llegado a tener trascendencia, a pesar del premio otorgado a Joaquín López Antay en 1975 y, cuando este represento al Perú en la XIV Bienal de Sao Paolo (1977), con un conjunto de piezas de arte popular. Que desencadeno una serie de protestas entre los intelectuales y “artistas” de cliché modernistas.

El fracaso de Velasco para nosotros, no fue otra cosa que un trampolín, que fortaleció un poder. Un poder que determina que hacer con la cultura y que ha convertido a las escuelas de arte en entidades exóticas.

Existe gente que alude que nuestro discurso artístico es subalterno. Abordar la tradicional discusión si lo popular es arte o si el arte de salón debería ser popular, son disyuntivas que solo sirven para cubrir de retórica, vacíos estructurales e históricos, de aceptación y no aceptación, que responde al temor de auto afirmación. Subalterno para nosotros es el dubitativo que no se siente andino ni occidental.

“La determinación es nuestra. Responder a intereses creados por las vanguardias, al poder del mercado y al poder “subalterno”, son otra cosa; claro, estamos entrando al terreno de la globalización eso no implica perder el sentido espacial, la globalización solo es un fenómeno”.

El problema es del arte en el Perú, y este, ha perdido su interés social, para convertirse en algo soso y superfluo, los llamados artistas no definen su horizonte, debido a su poca ambición y sórdida formación “académica”.

“El hedonismo y los mass media subsumen los sentidos de la emergente “clase media”, en ellos no existe la ínfima sensación de pensar cualitativamente; el arte y la arquitectura posmoderna son la mejor prueba de esta crisis; el gozo extrema el miedo a pensar por una responsabilidad. La huachafería como estética ha calado profundamente la estructura mental hasta de los más contemplativos. Pareciera que el tardo capitalismo nos tiene en reserva”.

A toda esta estructurada vulgaridad se suma la continua mitificación hacia los viejos de antaño. La nostalgia por reconocerlos como los representas de la plástica peruana, no es otra cosa que el producto de esa crisis de desconexión contextual. Todo un “performance de reconocimiento”, un síndrome del absurdo paternalismo que aun continua su curso autoritario y lo peor de todo, es que esa enfermedad se impone en gratitud de la inercia de los artistas jóvenes de todo el Perú.

“Los llamados a la igualdad son mas discursivos que reales, no existen correlatos en practicas de integración, los sistemas artísticos se encuentran y se siguen proponiendo y pensando en sistemas paralelos, cerrados y jerarquizados. Es necesario centrar la mirada en las practicas culturales y revisar desde ellas, como entender el arte en un país pluricultural”. Esta opinión no funciona en una práctica natural, lo peor de todo es que hasta la fecha no hemos encontrado un análisis concienzudo sobre las distintas percepciones que corresponde a las diversidades que coexisten en este país.

Sufrimos un aislamiento cultural, no mantenemos un intercambio cultural con los demás países, tampoco tenemos una fluida interacción con el interior del país; Lima es una isla de la plástica contemporánea, la alarmante realidad de las “escuelas e institutos de arte” es miserable, no tienen bibliotecas de vanguardia; jamás hubo un arte exclusivamente nacional sobre todo en este fin de siglo.

La consecuente toma de la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes del Perú, es una clara expresión, del descontento estudiantil que existe y que a lo largo de los últimos veinte años, han venido condenando el régimen paternalista. La ENSABAP se ha convertido en un medio del oportunismo de sobrevivencia de gente anticuada, que defiende un pálido discurso tradicionista, gente que aprovechándose del titulo y el respaldo político, olvidaron el oficio del arte para convertirse en uniformados burócratas, convirtiendo nuestra digna e histórica institución en una madriguera de utilidad.

Seamos claro las escuelas publicas de arte en el Perú son peligrosos; porque allí se encuentran las personas mas sensibles y por que son el crisol armónico y representativa de la pluriculturalidad peruana, cuyas propuestas estéticas pueden transformar el sentido de las colectividades, gente que a base de simbologías pueden llegar a exacerbar el instinto y la pasión. Razón por la cual estos están reducidos al caballete, o al modelado tradicional. Profesionales del “humanismo” reducidos a ser obreros de la técnica y el oficio, imposibilitados al campo intelectual y a la crítica de juicio.

La inexistencia de por lo menos un mesurado movimiento artístico, la desconexión objetual informativa, la ausencia de interactividad intelectual, el desinterés de los docentes, etc. fatalizan los estados anímicos de toda una generación joven, que anda las arterias y los recintos académicos sintiendo que ya no les pertenece, no existen recursos identidarios que los conecte al espacio ya perdido, los mas fortuitos y sensibles terminan por abandonar la “escuela” y refugiarse entre los recovecos de la mundi vivencia ambulatoria y desde allí construyen sus referentes plásticos; como una forma de demostrar a la opinión publica una “plástica populista”, mediante fanzines y discursos interactivos, que en realidad son reivindicativas, pero de limitado impacto; porque es difícil luchar y competir con la voraz informalidad y el trastrocamiento del sentido colectivo. Los intentos son buenos pero debe siempre de responder a un recurso fundamentado.

La desconexión psíquica y profesional del arte, no son otra cosa que los efectos de una exagerada idealización de la historia de arte, que no responden a causas reales y físicas de la sincronía cultural, “provinciana” para ser mas evidente. Hay que percibir la problemática desde las entrañas.

El arte en el Perú requiere de una urgente independencia, esto significa contribuir a la autonomía psíquica de los jóvenes estudiantes, romper con las recetas tradicionales de autoprotección y la “institucionalidad” mal intencionada, la flexibilización de la política cultural, acabar con la iconografía narcisista del docente que solo contribuye a empeorar las cosas, reimplementar las bibliotecas sobre todo en las escuelas de arte del interior del país y una mayor interacción intelectual. Creo que es tiempo de abrir esa brecha pasiva, desleal y contra histórica del arte en el Perú.
En efecto cualquier intento de intromisión genera alteridad que puede dañar la estructura cultural, como no también, pero estamos en la capacidad intuitiva y moral de comprender los fenómenos de la globalización.

“Por mas de 500 años hemos sabido pervivir pluriculturalmente; jamás existió democracia ni mucho menos uniformidad. La armonía se obtuvo mediante fricciones, que funciono como una necesidad para afianzar el reconocimiento propio y que hasta la fecha defiende cada grupo social”.

A estas alturas del tiempo no necesitamos de evaluaciones psicosociales, estadísticos, ni mucho menos tanteos antropológicos, por que la globalización se nos viene encima y no podemos perder terreno; solo hay que darle giro a la tuerca y estar convencidos que el perro del hortelano, es algo abstracto que se encuentra en la estructura mental del empleómano o del tecnócrata; inercia psíquica, que ha venido ensayando producto de un habitual sistema de trabajo burocrático que lo ha desconectado de la voraz competencia externa.

Proponemos hacer las cosas de mejor manera y no con recetas que responden a intereses de monopolio y/o comercialización simbólica del arte; la idea es reformular el arte peruano a partir de un análisis conciente. Es ese sentido el aporte de Néstor García Canclini para nosotros, no es confiable, por tratarse de una teoría preacondicionada que atenta contra la libertad creativa y la vulnerable realidad del arte en el Perú. La juventud no necesita de doctrinas filantrópicas ni mecidas del Estado.

Nosotros percibimos esta realidad panópticamente y con sentido crítico, entendemos los recovecos de la memoria histórica, el adjetivado discurso institucional, el olor popular y la apresurada voluntad de la intelectualidad contemporánea; porque aun somos dignos de algo muy poderoso; la creatividad.

Bibliografía:
Grandes Maestros del Perú, 2008, Lima.
Transportadora de Gas del Perú – TgP

Políticas Culturales, Lima 2006.
Editores: Guillermo Cortez y Víctor Vich
IEP – Instituto de Estudios Peruanos.

Culturas Hibridas, México 2003.
Néstor García Canclini
Editorial Grijalbo, S. A. de C. V.

Franquicias Imaginarias, Lima 2002.
Max Hernández Calvo y Jorge Villacorta
Pontífice Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial.

El Ojo de la Navaja o el Filo de la Tormenta? Lima 2001.
Alfonso Castrillón Vizcarra
Universidad Ricardo Palma / Editorial Universitaria.

El Arte en el Perú, Lima 2001.
Natalia Majluf y Otros
Museo de Arte de Lima / PROM Perú.

I Bienal Iberoamericana de Lima, Tele 2000 Bell South, 1997.
Editorial Stella.

martes, 21 de julio de 2009

PARADIGMA DE UTOPIA CORPORAL



Por: Kenny Villar Azurín.

A lo largo del tiempo se ha forjado una multiplicidad de conceptos en torno al cuerpo. Para las sociedades tradicionales fue el medio por el cual se manifestaban las voluntades divinas, acciones rituales, fiestas de desprendimiento, funciones mágicas, etc. para las sociedades modernas, en cambio, adquirió la emancipación de esa percepción sobrenatural y metafísica. Pero la extrema racionalidad individualista de la modernidad, ha convertido al cuerpo en objeto de consumo, debido a las prácticas del capitalismo. No obstante hubo corrientes humanistas inspiradas en la naturaleza, el equilibrio y la fraternidad, que no llegaron a trascender por múltiples razones de orden político y económico.

Un hallazgo petroglífico de hace 750 mil años en el norte de África, parece ser la primera prueba interpretativa que se ha encontrado sobre el cuerpo.

El hombre de las sociedades tradicionales mantuvo una estrecha vinculación con el cosmos, a quien configuro imaginariamente como un ser sobrenatural, el “Otro ser”, opuesto y distinto a él; mutuamente inter-dependientes que permitió el equilibrio cosmológico del ser.

Grecia.

Una mayor explicación sobre el cuerpo la podemos encontrar en la antigua Grecia, contexto donde se enfatizo una bipolar discusión sobre el tema:

Para Platón el hombre está formado por cuerpo y alma, como dos realidades distintas y contrarias: considera el alma como algo simple e inmortal, y al cuerpo como un conglomerado de elementos que se disuelven con la muerte. La unión de ambos es castigo de un pecado y como medio de expiación. Admite que el alma está accidentalmente unida al cuerpo.

En cambio para Aristóteles el alma es el acto del cuerpo, que a pesar de ser coprincipios distintos constituyen una sola estructura sustancial, de la que brotan todas las operaciones del hombre. Se le atribuye Aristóteles la defensa del “sujeto estructural”. A partir de entonces se construirán una variedad de teorías que hasta la actualidad demarcarán el sentido del ser.
La cosmología griega nos demuestra una acentuada jerarquía de dioses de omniscientes facultades, llenos de paradigmas conflictivos y transformables capacidades. Estos jamás fueron vistos por los hombres, sin embargo, fueron idealizados por los artistas a imagen y semejanza corporal del hombre; el cuerpo manifestado como una verdad perfecta, cuya categoría estética adquirió en la sociedad griega una permanente dimensión mística de reconocimiento y posicionamiento propio. Para los griegos el valor del cuerpo se impone como una normativa de belleza y sublimada perfección, “…la humanización de lo divino y la idealización de lo humano, sirvió para hacer patentes y alcanzables a los dioses griegos”. (Gómez Carlos;….).

La concepción de San Agustín (354-430) asevera esta opinión. El consideraba a la pintura y la escultura como artes inferiores, por trabajar sin número y con poco ritmo, de nada costaba las aspiraciones y el esfuerzo de los artistas en demostrar su talante creativo. Los artistas adscritos a la categoría “artesanos anónimos”, cuyas obras consideradas como objeto funcional, una herramienta de aprendizaje y de conmemoración. La iglesia medieval jamás reconoció la autoria de las obras de arte

Medioevo

Esta forma de concebir la naturaleza del cuerpo y los discursos que se han tejido en torno a su imagen, provocarían su siniestra y escandalosa consumación conceptual en el medioevo. Esta época acabó por adjudicar al cuerpo como la más abominable tentación que incitaba al pecado, perjudicaba un orden y quebrantaba una norma impuesta desde el poder. La concepción ascética del cristianismo estaba fuertemente inspirada en el platonismo y el estoicismo de Filón, al considerar equívocamente que el cuerpo procedía de la materia, una mezcla de elementos (agua, tierra, aire y fuego), concepción que perduró hasta el final de la Edad Media.

En la Edad Media abre las especulaciones acerca del cuerpo en el arte, argumentando que la belleza sensible proyectada por el artista en la obra, se deriva de la intermediación del hombre entre las ideas de Dios y la materia, idea trascendentalista que ha generado distancia entre el hombre-cuerpo y la obra, principiando la sobrevaloración del alma sobre el cuerpo; teóricamente hablando no era otra cosa que la reducción del valor humano.




Basta observar la estética de las distintas manifestaciones artísticas (escultóricas y pictóricas), el tratamiento acartonado y rígido de los cuerpos, cubiertos de indumentarias planas y carentes de volumen, cuerpos sumidos ante unos poderes sobrenaturales y condenados a la más flagrante humillación.

En palabras del crítico Carlos Gómez, en el arte medieval se reconoce que: “El paisaje y el ambiente ocupan un segundo plano, existe una descarnación cromática de la piel humana en las figuras, se atribuye la jerarquización en las imágenes, estas se muestran aterrantes al espectador, imágenes de cuerpos hieráticas, carentes de movimiento, el simbolismo de la espiritualidad se impone en contra del realismo y de la perfección y armonía clásicas. Olvidan el desnudo y cubren sus figuras con mantos alargados, de amplios y rígidos pliegues, carecen de profundidad espacial, el elemento más significativo del cuerpo es el rostro, de mirada austera y sentido espiritualista. En las miradas, se descubre la fuerza, el poder, la serenidad y hasta la frialdad; imágenes que infunden respeto”.




Renacimiento

Si bien es cierto que la civilización medieval pasó por distintas etapas (Románico-Gótico), el concepto del cuerpo fue adquiriendo una aparente pero favorable connotación en la sociedad, las distintas manifestaciones populares así lo demuestran. El trance entre el medioevo y el Renacimiento se desarrolló entre una mezcla confusa de tradiciones populares locales y de referencias cristianas; un “cristianismo folclorizado”, según Jean Delumeau, que alimentaba las relaciones del hombre con su entorno social y natural. Pero a pesar de la imposición del poder del clero, el hombre se encontraba fuertemente insertado a la trama comunitaria.

El hombre toma conciencia de su identidad y su arraigo físico dentro de una estrecha red de correlaciones, mediante manifestaciones de expresión corporal como el Carnaval. El Carnaval guarda una importante particularidad en estos hechos. Es una manifestación de delirio comunitario, donde el cuerpo demuestra su expresión libertaria, quebrantando temporalmente los valores y las reglas del “orden”. La acción libertaria del cuerpo se impone a prueba del placer y entrega total, en oposición a la disciplina impuesta por el clero.
Siguiendo la interpretación de David Bretón, en el Carnaval, los cuerpos incandescentes se entremezclan sin distinción, donde la idea de espectáculo, de distanciamiento y de apropiación por medio de la mirada, se impone como ingrediente. Los participantes se burlan de los usos y de las cosas de la religión, las risas estallan por doquier. Es un paso paradójico que permite un renacimiento de los hombres de sus pulsiones reprimidas, es la celebridad del hecho de existir y vivir juntos, de ser diferentes, incluso desiguales. Es la celebración del cuerpo grotesco, cuerpo débil, fuerte, feliz o triste.

No obstante el humanismo renacentista trajo profundos cambios estructurales en lo político social y cultural, su propósito fue vincular al hombre con la naturaleza, explosiva convicción que no solo sedujo a artistas sino que acentuó la preocupación científica; el cuerpo se había convertido en el centro de la naturaleza.

El cuerpo en el arte renacentista reubicó el valor humano a la más absoluta perfección; lo que significa que la composición de los trabajos artísticos y arquitectónicos, respondían a un previo y rotundo estudio antes de su construcción. La representatividad de Vitruvio se impone en la palestra renacentista.

El Renacimiento consideró sustancial la experiencia de la acción corpóreo-espiritual del hombre; su emancipación de Dios lo adjudicó a cuestionar el tradicional concepto del alma, medio de correspondencia con el “orden superior”.

Ilustración

Si bien es cierto que la deidad divina aún configuraba el eje temático de algunos artistas, existía una incuestionable reconsideración de la mitología y la estética clásica greco-romana y como imitación de la naturaleza. Y ciertamente el cuerpo fue el centro discursivo, cuya proporcionalidad tanto en la perspectiva, peso y ritmo, responden al sentido pitagórico; el propio Leonardo de Vinci considero las matemáticas como una lógica racional en sus composiciones. Por esta razón existe en los renacentistas una fuerte preocupación por la investigación consciente del cuerpo humano (física y anatómicamente), en reposo y movimiento, para hallar la perfección.
A partir del Renacimiento el ritmo y la dinámica del hombre se condujeron a un paso aritmético en distintas esferas; paralelamente al humanismo, una nueva estructura se venía forjando lentamente hasta alcanzar niveles exorbitantes, la llamada “burguesía ilustrada”. Esta incipiente clase social de finales del medioevo y principios del Renacimiento, luchó desmedidamente en sostener un discurso individualista, en oposición a las expresiones comunitarias y populares del siglo XVI. Distintas manifestaciones populares donde el cuerpo era el eje expresivo fueron progresivamente clausuradas por ser consideradas grotescas, ya que afectaban los valores disciplinarios de la naciente clase ilustrada. Principios que el Renacimiento rechazo rotundamente, porque separaba al hombre del cosmos; era el inicio de la ruptura entre el hombre y el cuerpo. El individualismo marca la frontera entre un individuo y otro, al imponer un cuerpo racional, moral, limitado y reticente en sustitución del cuerpo comunitario.

Si bien es cierto que la individuación se encontraba en proceso de desarrollo durante el Renacimiento, su masiva aceptación se verificó en el transcurso de los siglo XVII y XVIII. El planteamiento de Descartes favoreció la emancipación individualista (individuación a través de la materia corporal). Con el discurso cartesiano, el cuerpo llegaría a ser propiedad del hombre y no más su esencia, cuerpo como objeto independiente del hombre aun cuando este siga estando vinculado a él (anatómica y fisiológicamente).

A pesar de los severos procedimientos que se empleaban desde tiempo atrás, en los conventos medievales, en los ejércitos, en los talleres, etc. la llegada de los “programas disciplinarios” que se formularon en el siglo XVII, se convirtieron en métodos generales de dominación de la política burguesa. “…que consistían en todo un conjunto de reglamentos militares, escolares, hospitalarios, y por procedimientos empíricos y reflexivos para controlar y corregir las operaciones del cuerpo.” (Foucault; Vigilar y castigar, P.141).

No obstante hubieron propuestas y planteamientos contundentes en oposición a la teoría cartesiana, ese es el caso de la experiencia de la acción, descrita por Plessner, Marcel, Merleau Ponty, etc., quienes defendían la “estructura cualitativa del cuerpo”, admitiendo que entre el cuerpo y el alma no pueden existir reducciones, concepto fuertemente defendido en el pensamiento contemporáneo.

El planteamiento de Husserl y Scheler son muy interesantes al situar el ser humano en tres planos (cuerpo, alma y espíritu). Husserl adscribe el espíritu a lo personal y admite que la acción del cuerpo y del alma responde a la voluntad del primero. Si bien el espíritu se identifica con la persona, Max Scheler sostiene que esta no es una realidad psíquica, tampoco una realidad física, sino una realidad concreta y esencial. Scheler define la diferencia entre actos y funciones corporales en el ser humano:

“Las funciones” del cuerpo son psíquicas, mientras que sus “actos” son no psíquicos. Quien dice “función” dice necesariamente “cuerpo propio”. Los “actos” brotan de la persona a través del tiempo; las “funciones” son simples hechos que pertenecen al plano del tiempo fenoménico. El yo es una pura inclusión mutua de vivencias y no una sucesión o yuxtaposición de hechos psíquicos en el espacio tiempo. La exclusión mutua proviene del efecto disociante de la corporalidad: el papel del “cuerpo propio” es disociar la inclusión mutua del yo; así nos encontramos lo que está inmediatamente dado a la percepción interna en las vivencias singulares”.

A diferencia de la teoría cartesiana, la unidad del alma y del cuerpo para estos dos autores no queda adscrita como dos elementos exteriores, uno objeto y el otro sujeto, sino que se realiza a cada instante en el movimiento de la existencia.
[1]

En ese sentido unitario y estructural, la materia y la forma, como figura el cuerpo, adquieren el sentido de coprincipios inobjetivos. Es decir que el cuerpo no es más, el medio o instrumento del espíritu, sino el encuentro mismo del espíritu y la materia, la manifestación del hombre como tal.

Pero cabe recordar que la subjetividad del hombre está constitutivamente afectada desde fuera. El hombre es, por su cuerpo, una exposición constante: a la tentación, al desarraigo, a la lucha y al logro, por eso el cuerpo no es algo trivial o neutro.

El cuerpo es también una materia peligrosa, sustraída a la tensión entre la carne y el espíritu. Fuertemente aprovechada por el mercado de consumo. La realización del hombre se dispone a una permanente ocultación, por el cuerpo se introducen tendencias y situaciones extrañas que ponen al hombre en una exposición constante. La realización humana se efectúa de forma permanente e irrepetible.
La reducción de los sentidos forma parte de esta prueba que tiene una explicación. El hombre moderno privilegia el sentido de la vista, mientras que su aproximación olfativa, táctil y acústica (olores, texturas y sonidos) se encuentran totalmente proscritas. “Lo que ha ocurrido es que la sociedad occidental ha privilegiado la distancia física y la mirada por encima de cualquier otro sentido, hasta tal punto que nuestras experiencias corporales están reducidas, en la mayoría de los casos al sentido de la vista. En la negación de los otros sentidos parece latir el deseo de olvidar el cuerpo como algo perecedero y precario…” (Revista Observaciones Filosóficas,…..)
[1] “Es imposible, por tanto, establecer una dualidad entre mi cuerpo y mi subjetividad, ya que mi subjetividad es siempre un ser en el mundo (Heidegger)…soy mi cuerpo; pero no lo soy absolutamente porque lo tengo. Yo tengo cuerpo; pero no lo tengo absolutamente por que lo soy. Cuando el cuerpo es objetivado ya no es propiamente mi cuerpo; sino una simple muestra”.Pero la existencia de técnicas de manipulación y cuidados con el cuerpo no es exclusiva de las sociedades modernas. Estas técnicas son ideas que vienen siendo transmitidas y modificadas en el devenir del tiempo, tal es el caso de la preocupación que tuvo el poder por los “detalles” como método de reducción de los sentidos, así como la separación física y el control del espacio mediante reglamentos disciplinarios, que fueron pruebas elementales en el mantenimiento del orden social. A modo de ejemplo podemos citar los impactos psicológicos que causaban las construcciones arquitectónicas. El “Panoptismo”, según Foucault fue una construcción cuya estricta división espacial recortaba la comunicación y el acercamiento entre los cuerpos, sus corredores estaban conectados a un punto central, para un mejor control y vigilancia de los obreros, presos o estudiantes, por una sola persona o en el peor de los casos de manera automática.[1]

La reducción del cuerpo preocupó a filósofos y artistas de las diferentas generaciones del siglo XX que cuestionaron distintas prácticas políticas, sociales y culturales sobre el sujeto, no solo como una conciencia, sino también, y sobre todo, como un cuerpo. El arte moderno ensaya con una multiplicidad de tentativas sobre el cuerpo, lo construye y lo interroga, lo degrada, lo ensambla, etc.
[1] Panoptismo se convierte en la prueba, en la metáfora del control, en el soporte de juegos ilusivos, jamás estuvo ajeno al arte. A lo largo del siglo XX vanguardistas y contemporáneos retaron la política del orden, replanteando el verdadero sentido del arte. Consecuente paralelismo que acompañó siempre al poder, reafirmando la idea (utopía) sobre el hecho.





EL CUERPO EN EL SIGLO XX

Si configuramos el cuerpo moderno en los términos del crítico Ángel Martínez Hernaez, diríamos que este no es un símbolo uniforme, sencillamente porque no existe una modernidad uniforme, considerando que nuestro tiempo en un momento de hibridación, de mestizaje y de diversidad “Modernidad entendida como metacultura de la globalización, como racionalidad del capitalismo tardío basada en la lógica significante de la mercancía y el consumo, genera ciertas regularidades tras las diversidades aparentes”. (Ángel Martínez Hernaez; 2002 - 2003).

[2] Panoptismo se convierte en la prueba, en la metáfora del control, en el soporte de juegos ilusivos, jamás estuvo ajeno al arte. A lo largo del siglo XX vanguardistas y contemporáneos retaron la política del orden, replanteando el verdadero sentido del arte. Consecuente paralelismo que acompañó siempre al poder, reafirmando la idea (utopía) sobre el hecho.

El siglo XX estuvo marcado por un desnudamiento y flexibilidad cada vez mayores, debidos a una sistemática incorporación de hábitos sensoriales en la vida cotidiana de la sociedad moderna. Después de la Primera Guerra Mundial la sociedad europea advierte un “relajamiento moral”, permitiendo que se expongan algunas partes del cuerpo de los individuos, que coincide con el autocontrol de los impulsos psíquicos. Paralelo a esta práctica el antiguo hábito de descansar el fin de semana fue sustituido progresivamente por la acción deportiva, ejercitando y tonificando los músculos, con el propósito de recomponer las energías; una respuesta a la vida rutinaria y monótona. En el imaginario colectivo se impone una nueva filosofía: “ser joven, deportista, vestirse y saber danzar los ritmos de moda”. Decisiva configuración de un nuevo ideal físico, impuesta desde la alta burguesía.

“Los cánones de belleza femenina dan un giro importante, desaparece el corsé que se usó casi cuatro siglos, la mujer comienza a mostrar su cuerpo de otra manera. En este año aparecen por primera vez los figurines de moda en los que se apunta una estilización progresiva, mujeres delgadas se acortan los vestidos, se enseñan las piernas y hay una supresión de curvas”. (Fernández Casas, Isabel; 1999).

La construcción de estos cánones de belleza estuvo fuertemente influenciada por la imagen cinematográfica. Al impacto publicitario de Hollywood se suman las industrias de los cosméticos y la moda, creando el hábito del maquillaje en las vidas cotidianas. La combinación de esas industrias fue fundamental para la victoria del cuerpo delgado sobre el obeso en el transcurrir del siglo XX.

Esta progresiva exhibición del cuerpo femenino es imparable y hace que la mujer se preocupe en mantenerla, ya que comienza a ser observada y criticada. Francis Fukuyama afirma que la mujer contemporánea invierte más del 60% de su sueldo en mantener la imagen de su cuerpo.
Después de la postguerra, se incrementa la expansión del tiempo libre y junto a ella la “revolución veraniega”.A las ya mencionadas sobre el cuidado del cuerpo, aparecen las “plásticas de la higiene”, recomendadas por médicos y moralistas burgueses, que a base de explosivas campañas publicitarias terminaron por cohesionar una nueva manera de luchar con el cuerpo propio y un nuevo concepto de higiene; las estrellas de cine salen en las pantallas mostrando su blanca sonrisa y cabellos brillantes anunciando crema dental y champú.




En el trance de las décadas de los cincuenta y sesenta, las prácticas de las políticas de contención entre URSS y EE UU, permitieron la aparición de intelectuales, artistas plásticos y músicos de tendencias reaccionarias (contraculturales), impulsados por pensadores como Herbert Marcuse, la generación Beat, etc. El malestar contra la burguesía industrial había generado una masiva reacción. La resistencia contra la guerra de Vietnam, contra el consumismo extremo (cosificación del hombre), el descontento juvenil en oposición a los anticuados valores de la sociedad conservadora y la supresión de la familia nuclear y con ella el cuestionamiento del hábito de comer en familia coinciden con la incorporación masiva de la mujer al mundo laboral.

El papel de la mujer en los sesenta es analizado no solo en relación con la moda, la difusión de la píldora anticonceptiva, la llamada “revolución sexual” y el movimiento feminista; se asocia también a la contracultura y al hippismo, que situaron la corporeidad en una dimensión importante en el contexto contestatario que caracterizaba la época.

El cuerpo es colocado en escena por la contracultura como lugar de transgresión, de delirio y de “trance”, a través de experiencias artísticas, drogas y sexo. En el arte el performance se convierte en un elemento dominante en la celebridad de ritos artísticos, su aspecto radica en la confrontación con el orden, colocando al cuerpo en peligro y pruebas sádicas como una respuesta al clima político (los acontecimientos parisinos de 1968).

En 1967, Guther Brus se exhibió en un acto ritual de defecación en público, dos años después el vienés, Otto Muhl desarrolló un espectáculo, en el curso del cual rompió un huevo en la vagina de una muchacha que tenía la menstruación y que luego se puso en una posición que permitía verter el huevo en la boca del artista; estas dos pruebas de performance responden eminentemente a una percepción nihilista.
[1]

LA POSTMODERNIDAD Y EL CUERPO DIGITAL

El culto al cuerpo en la sociedad contemporánea de los ochenta totaliza los segmentos sociales y se establece de forma diversificada en el interior de cada grupo. La percepción del cuerpo está sometida por la existencia de un vasto arsenal de imágenes visuales hábilmente explotada por las industrias editoriales, la televisión y el gimnasio. La publicidad gira alrededor del universo adolescente, tratando temas como la virginidad, la sexualidad, los pros y los contras en la decisión de casarse.

“Surge la llamada “Generación Salud” representativa de cierta postura, la bandera anti-drogas, énfasis en la lucha contra el tabaquismo y el alcoholismo, la defensa del medio ambiente, el naturalismo y el llamado “sexo seguro”, fenómeno fuertemente relacionado con la aparición del SIDA, que en algunos casos significa la revalorización de la virginidad femenina, certeza que puede significar un compromiso afectivo y una prolongada relación de pareja. (De Castro, Ana Lucia….).
[2]

En 1987 el colectivo rama de ACT – UP (Coalición del Sida para Desencadenar el Poder) se manifiestó denunciando el desinterés del gobierno norteamericano de Ronald Reagan, sobre la nueva enfermedad que estaba asolando a la población, sobre todo del sector homosexual. Razón que motivó la reaparición del cuerpo como soporte para demostrar las heridas causadas por el SIDA. El colectivo Gran Fury puso énfasis en disipar los miedos irracionales sobre el cuerpo débil del hombre enfermo. Artistas como Robert Mapplethorpe, David, el español Pepe Espaliu, Wojnarowicz y Félix Gonzáles Torres, politizaron sus discursos y propuestas plásticas reivindicativas a favor de la causa, además de reincorporar a toxicómanos, homosexuales, negros, hispanos, considerados personas indeseables frente a la indiferencia del poder y la sociedad.

Creemos que la teoría social contemporánea es imparcial al considerar al cuerpo como un sistema simbólico, como metáfora social y una determinante del status social. Existen autores que afirman la relativa ausencia del estudio sobre el cuerpo en el pensamiento occidental moderno y que se debe al predominio de enfoques dualistas que ya explicamos en páginas anteriores. La denominada “antropología del cuerpo” es una teoría reciente que comenzó con el postmodernismo, a partir de 1970, con investigaciones específicas de Douglas, Blacking, Strathern, Ekman, etc.

No obstante, el cuerpo se ha convertido en el centro de los debates y de la lucha política sobre la identidad sexual y de género, en la denuncia, la violación espacial, la tortura y el sadismo.

La riqueza conceptual del arte de los noventa no hubiera sido sino por los distintos feminismos, que desde los setentas se pusieron en la palestra; ese es el caso de la francesa Gina Pane, seguida de la yugoslava Marina Abramovic, que en 1975 se peinó con un cepillo de metal hasta herirse el rostro, tras una monóloga operación, “el arte debe ser bello, la artista debe ser bella”, y las operaciones quirúrgicas de Orlan y Cindy Sherman. Introducir cambios en el cuerpo fue un sádico deseo de transgredir las reglas mayoritarias. Las obras de Catherine Opie, Del La Grace Volcano, corresponden este artero deseo al alterar la identidad sexual y de género.

Lo preformativo no es otra cosa que el comportamiento de una búsqueda, de un cuerpo que se pronuncia a gritos admitiendo que no le pertenece a ningún Estado o religión. La entrada del arte en el siglo XXI no estuvo ajena a esa realidad. El impacto de las nuevas tecnologías aplicadas al fraccionamiento cibernético, virtual y clónico del cuerpo, fueron también útiles en los procesos y propuestas creativas del arte actual.

En su obra “Corpus”, publicada en Francia en 1992, el filosofo Jean Luc Nancy sustrae una teoría a partir de las imágenes y el discurso sobre el organismo del cuerpo, al que considera “un contra-discurso, de critica literaria-epistemológica”. En términos del profesor Adolfo Vásquez Rocca, esto implica dejar de pensar en un cuerpo organizado sobre la base de una finalidad separada de sí misma, ya sea que le trascienda o le anteceda. Admitiendo que ya no se puede hablar de finalidades en función de un cuerpo post-orgánico o in-orgánico que se encuentra direccionado a un fin trascendente, sino que lo acontece, sucede como evento determinado en si mismo. El cuerpo como un objeto dado a un pensamiento finito. De allí la afirmación fundamental de Nancy: “No tenemos un cuerpo, sino que somos un cuerpo”. Poniendo en distintiva la “evidencia sensible” del cuerpo en cada uno de sus lugares, negando cualquier vínculo de jerarquía de orden cartesiano.
[3]

La postmodernidad avanza hacia peligrosas prácticas estéticas, si en otros momentos los “símbolos del cuerpo” remarcaron el espíritu, la subjetividad, la ciudadanía o la personalidad. Hoy la proliferación de transplantes y los injertos y la fragmentación de los cuerpos responden a todo un proceso de cosificación. La eclosión de las nuevas tecnologías no solo está conformando nuevas formas de subjetividad, sino también una nueva carne
[4].

La fatiga del material humano permitió la tecnificación de la biotecnología, fuertemente aprovechada por la medicina contemporánea. “El hombre ha dejado de ser humano, para adentrarse en una condición post – humana, el trasplantado, el cyborg, el androide –con referencias al cópula animal- maquina. O tal vez se trate de máquinas célibes. De injertos, prótesis e implantes en las fronteras entre lo natural y lo artificial”. (Vásquez Rocca Adolfo; 2008).

Ángel Martínez Hernaez, afirma que la medicina, las biotecnologías y los sistemas burocráticos se han convertido en agentes de cosificación. El hombre contemporáneo ha llegado a interiorizar equívocamente al hambre crónica y las relaciones de explotación como consecuencia de un proceso natural e inevitable, conforme la medicina mistificaba la pobreza.

La ciencia ya no se ocupa de salud. Lo que ahora le interesa es llegar a la estructura de la vida para controlarla y modificarla. El cuerpo para la medicina contemporánea es puro material biológico que puede ser alterado, clonado, manipulado y “reificado”. El cuerpo del paciente llega a objetivarse mientras que su enfermedad adquiere personalización, es decir que en el imaginario del discurso médico, la patología adquiere vida propia.

Nos asomamos a un cuerpo fragmentado, de órganos emancipados. El cuerpo sin órganos es una práctica para lograr desprenderse del cuerpo, porque importa más la exterioridad y la exposición infinita del cuerpo hacia fuera “…de donde se desprende que no hay enfermedades o no tenemos enfermedades, lo que hay son enfermos…” (Vásquez Rocca Adolfo; 2008).

El mercado del capitalismo ha creado también nuevas epidemias en las sociedades contemporáneas, que progresivamente vienen afectando a adolescentes (sobre todo mujeres) de las sociedades post industriales. La anorexia y la bulimia nerviosas.

“La preferencia de los recursos alimentarios no son de orden fisiológico, sino cultural. Es la cultura la que crea entre los individuos el sistema de comunicación referente a lo comestible, a lo nocivo y a la saciedad. No se puede dejar de exponer la fuerte penetración de la “onda diet” en los últimos años”. (De Castro, Ana Lucia….).
La filosofa Cynthia Farina considera que la exhibición constante del cuerpo en la sociedad es una performance no solo estética, sino también ética y política, en la medida en que actúa sobre principios y criterios de referencia del sujeto, por relación con los Otros. Esa experiencia estética nos permite hacer imágenes de nosotros mismos y de la realidad; brinda parámetros para ver y entender las cosas, imágenes y discursos con los que intervenimos en la realidad.

Si en la sociedad moderna se pudo percibir el dictamen de una doble moral para fiscalizar costos y beneficios de transgresiones módicas, con mecanismos legislativos, distribuyendo o imponiendo la privación al acceso del placer, en la post modernidad los medios de comunicación incrementaron juegos de supuestas contradicciones, permitiendo la participación del consumidor en un supuesto juicio o elección de un producto. En ambos casos el control de los instintos que representan en la ceremonial convivencia de la moral urbana, prevalece la consecuente victoria del capitalismo neoliberal. Irónicamente hoy esos juegos racionales siguen siendo peligrosos, la moral sigue siendo doble al igual que las normas del deseo. La desterritorialización, la deslocalización y la resistencia son igualmente susceptibles a este orden. No existe territorio ni cultura ajena a esta progresiva subordinación.
En ese sentido, el cuerpo contemporáneo se encuentra individualizado, aislado, enmudecido y anónimo, que se muestra como objeto de deseo, anuncio ambulante de prendas de moda.

“Individualidad universalizada y cosificada, reconvertida en mercancías de consumo por otras experiencias de soledad…lo que tiene un nombre, no es el cuerpo, sino el producto que lo representa, incluso en aquellas en las que las mercancías son presentadas por rostros famosos…una suerte de marca comercial presentando otra marca comercial. El cuerpo comercial es en realidad un cuerpo cosificado, anónimo y en soledad que adquiere personificación solo en la medida que se mercantiliza… (Ángel Martínez Hernaez; 2002 - 2003).

Percibir la figura de un cuerpo constituye la percepción de un performance de lo sensible, constituye también la performance de una conciencia que Cynthia Farina considera “estética de la existencia”. “El cuerpo conlleva cambios en las maneras de percibirlo y experimentarlo, y desorientan nuestra experiencia estética, en el marco de los problemas de producción de saber”. (Farina, Cynthia; 2005).

A lo largo de estas dos últimas décadas una diversidad de propuestas artísticas fueron presentadas con objetivos desafiantes, aceptar el cuerpo tal como es, sin importar si es alto, flaco, bajo o gordo. Presentan al cuerpo como soporte de una obra de arte y ofrecen la posibilidad de liberarlo de tabúes y arquetipos físicos idealizados por la moda
[5].

El propósito de incorporar el cuerpo en los procesos culturales en el capitalismo ha tendido a localizar el cuerpo en una nueva entidad socialmente sagrada, reivindica el cuerpo como espacio de libertad individual en la construcción de identidades culturales y fenómenos sociales como las relaciones de producción. Esta lucha político-social se inició en la década de los sesentas (Mayo francés de l 968) y no se ha detenido. El cuerpo en la actualidad es utilizado en las ciencias sociales, en la crítica de arte y en esos discursos humanísticos y culturales; tal vez sea el reflejo de las nuevas representaciones del capitalismo o la recurrente “utopía del humanismo” que siempre acompañó y tentó civilizaciones.

[1] “A través de mi producción artística acepto todo aquello que aparentemente es negativo, desagradable, perverso, obsceno, la pasión y la histeria del acto sacrificial, para ahorrarles a vosotros la deshonra, vergonzosa caída hacia lo extremo”. (Poglioli, Renato; 1981).
[2] “Desde que Rodin iniciara un modo de representación “tortuosa” del cuerpo con su obra “El hombre de la nariz rota” de 1864, donde por primera vez desaparece la experiencia de la representación del cuerpo como unidad, la complejidad se ha acentuado en adelante. Comienzan aparecer representaciones parciales, órganos separados, sobre todo sexuales, que posteriormente Deleuze y Guattari llamarán “maquinas deseantes”. Este proceso de descomposición y fragmentación del cuerpo se hará mas radical en autores como Nauman, Sherman y Gober que en los ochentas y noventa se verán afectados por la realidad del SIDA”. (Vásquez Rocca Adolfo; 2008).
[3] “Nancy quiere escribir e inscribir el cuerpo, esto significa tocarlo, esculpirlo con el pensamiento, desarrollar una somato-grafía, para hacer que el cuerpo mismo sea leído. (…) Es una tentativa de comunicar el cuerpo sin significarlo, de plasmar el texto siguiendo las formas de la carne. La escritura apropiada del cuerpo se posiciona sobre el límite que separa el pensamiento desde el cuerpo, del cual el lenguaje toca su indecible alteridad. (…)El conocimiento del cuerpo nunca es total y absoluto, sino modal y fragmentado, y la forma del discurso que mejor lleva tal saber es la de un Corpus,…lo que importa en Corpus no es el todo orgánico, sino las partes constitutivas y sus posibles, en cuanto múltiples, relaciones”. (Vásquez Rocca Adolfo; 2008).

[4] “La piel ya no es la barrera inmutable que contiene y define el cuerpo en el espacio. Por el contrario, se ha convertido en un lugar de transmutación continua”. (Eduardo Kac, El arte transgénico). (…) En la sociedad del siglo XXI el carácter orgánico y material del cuerpo humano es reemplazado por el cuerpo digital: un cuerpo programable, dominable genética y biológicamente; un cuerpo sin mecanismos, pero con moléculas que se combinan, se suplantan, se agregan, se manipulan. (…) con el objeto de alcanzar parámetros de belleza idealizados, artificializados, manipulados por PhotoShop y sus correlatos quirúrgicos. El cuerpo y su funcionamiento devienen una abstracción. A las poleas, tornillos y tuercas –encarnados por los músculos, arterias y huesos-, el enfoque biológico opone el universo de lo microscópico, de la realidad algorítmica, del software en su mas pura expresión”. (El Cuerpo Digital; 2009).

[5] A modo de ejemplo podemos citar los trabajos del alemán Gunther Von Hagens, quien creo la estética de la “plastinación” de cadáveres, mediante la que se conservan y exhiben, literalmente, las entrañas humanas y animales en los museos del mundo. Este modo arte, cuerpo y subjetividad trazan una relación que marca la experiencia estética, ética y política de la actualidad.